Se despide «El Fulgor»
«El Fulgor» se desoide este Sábado 12 de noviembre, a las 20.30. en el CCPE (túnel 4, Sarmiento y el río)
Entrada: $700. (2×1 a jubilados y estudiantes) en venta en el CCPE (Sarmiento y el río), de martes a sábados de 15 a 19 y en 1000tickets.com.ar
La obra teatral escrita por Rody Bertol y dirigida por Sofía Dibidino, “El fulgor, destello de algún querer”, pertenece a la trilogía denominada Sobre Ángeles, Demonios y Fantasmas del colectivo teatral Rosario Imagina y tendrá dos funciones para despedir el año: este domingo en La Manzana y el sábado 12 en el Parque de España.
La obra se desarrolla durante un ensayo y tiene como protagonistas a un director y dos actrices. El director se queda dormido en la sala de ensayos. Actriz 1 llega, interrumpe ese sueño y desde ese momento el público podrá dejarse llevar por una historia de un amor enceguecedor, de deseos, sueños y un entramado difuso entre ficción y realidad. En el transcurso de ese encuentro, asegura su directora, “los deseos, los sueños y la ficción se entretejen, se funden y confunden en los vínculos de estos tres personajes que transitan por los tragicómicos caminos del amor, en la búsqueda de la felicidad”.
Claudio Danterre, Estefanía Salvucci y María Eugenia Ledesma integran el elenco de la pieza que Rody Bertol creó inspirado en la obra Las Tres Hermanas, de Antón Chéjov. “Esta obra comenzó cuando en plena pandemia, en el momento más difícil del aislamiento y habiendo pasado un mes así, yo no había pasado por el estudio donde ensaya Rosario Imagina, y me preocupaba mucho. La verdad que estaba amargado, preocupado, así que crucé la ciudad y entré al estudio. Me senté en el sillón e inusitadamente me quedé dormido. Y ahí digo que a esta obra yo no la elegí, sino que fue una obra que me eligió a mí. Al despertarme me di cuenta que había soñado con Las Tres Hermanas de Chejov, quienes se preguntan en la obra qué es la felicidad y yo en medio de la pandemia, amargado y triste, me estaba dando cuenta que estaba encontrando una obra que hablaba de la felicidad”, compartió el dramaturgo. Y sumó: “Lo que pasó después fue pensar, e imaginar lo que pasaba con este director que se despertaba y que descubre que las líneas que separan a los vivos y a los muertos, y al sueño y a la vigilia, en términos simbólicos, por supuesto, son muy difusos.